lunes, 9 de febrero de 2015

Oferta agregada

La oferta agregada es la cantidad total de bienes y servicios que se ofrecen a la venta a los diferentes precios posibles. No existe un consenso entre los economista en relación a la forma de la función de oferta agregada. Para los economistas clásicos, la curva de oferta agregada es vertical y se corresponde con una perspectiva de largo plazo, por lo que el producto ofrecido es independiente del nivel de precios. Estos economistas confían en que el mercado corregirá él mismo las fuerzas del mercado. Por otro lado, para los Keynesianos la curva de oferta agregada es de inclinación positiva y, al contrario que para los clásicos, se corresponde con una perspectiva de corto plazo. A corto plazo y debido a la ley de rendimientos marginales, que establece que a medida que se van sumando más cantidades iguales de un factor, suponiendo los demás factores constantes, se acaba alcanzando un punto en el que son cada vez menores los aumentos de la producción, el aumento en la producción de la economía va asociado a un incremento de los costes y por tanto de los precios.

Podemos ver que la diferencia más notable entre ambos enfoques es que los clásicos argumentan que los precios y salarios son flexibles de manera que la economía tiende a alcanzar su situación de equilibrio a largo plazo, mientras que los Keynesianos opinan que los precios y salarios se ajustan con lentitud, de forma que las fuerzas equilibradoras requieren mucho tiempo para colocar a la economía en una situación de equilibrio.

También podemos considerar la oferta agregada como la cantidad ofrecida de ciertos productos en forma generalizada. La curva de la oferta agregada muestra la cantidad de producción que ofrecen las empresas a los diferentes niveles de precios, lo cual resume la relación entre los mercados de bienes y factores. La pendiente es positiva ya que a medida que el nivel de producción sube, también suben los salarios. Se refiere al volumen de producción que fabricarán y venderán las empresas dados los precios vigentes, los costes y la capacidad productiva de estas empresas. La oferta está también relacionada con el nivel de producción potencial.

La oferta agregada está constituida por varios componentes. La tierra es un factor productivo, y un término usado ampliamente por los economistas que incluye no sólo la tierra cultivable, sino también otros recursos naturales (como recursos geológicos) que vienen con la tierra. El trabajo representa el tiempo y las capacidades intelectuales y físicas que las personas dedican a las actividades productivas. Los recursos de capital son los bienes que no se destinan al consumo, sino que se emplea para la producción de otros bienes. Dentro de esta categoría de bienes se incluyen las máquinas, las herramientas, las computadoras, los edificios, los camiones, etc. También encontramos los recursos naturales, refiriéndonos a todo lo que aporta la naturaleza al proceso productivo. Esto es la tierra, los minerales, el agua, el aire, etc. Otro de sus componentes es el cambio tecnológico, el beneficio obtenido por introducción de una tecnología nueva, para el mejoramiento de la productividad de los factores. Por último, la productividad total de los factores: la literatura sugiere indirectamente que las medidas de libre mercado tienden generalmente a acelerar el crecimiento de la productividad, ya que por ejemplo los países cuyo estado es más pequeño y mantienen abiertos los mercados, no ponen barreras a las importaciones y fomentan el comercio exterior crecen más deprisa.

La razón de que la curva de oferta agregada tenga pendiente positiva a corto plazo es que un aumento del nivel general de precios de la economía tiende a elevar la cantidad ofrecida de bienes y servicios, de la misma manera que un descenso del nivel de precios tiende a reducir la cantidad de bienes y servicios ofrecidos en la economía. Además, encontramos explicación a esto en tres teorías. La primera de ellas es la teoría de la rigidez de los salarios que establece que los salarios nominales se ajustan lentamente, es decir, son rígidos a corto plazo, por lo que los salarios no se ajustan inmediatamente ante una caída de precios. La disminución de los precios hace que el empleo y la producción sean menos rentables y, por tanto, las empresas comienzan a reducir la cantidad de bienes y servicios ofertados. La teoría de la rigidez de precios observa que los precios de algunos bienes y servicios se ajustan lentamente por lo que un descenso imprevisto del nivel de precios hace que algunas empresas tengan unos precios más altos de lo deseado, lo que reduce las ventas y esto hace que las empresas reduzcan a su vez la cantidad de servicios y bienes que producen. Por último, la teoría de las percepciones erróneas establece que la variación del nivel general de precios puede confundir temporalmente a los oferentes sobre lo que está ocurriendo en los mercados en los que venden su producción y estas percepciones erróneas sobre los precios relativos inducen a los oferentes a responder al descenso del nivel de precios reduciendo la cantidad ofrecida de bienes y servicios.


La curva de oferta agregada a corto plazo podría desplazarse por las mismas causas que fomentan el desplazamiento en la curva de oferta agregada a largo plazo, es decir, las variaciones de la tierra, el capital, el trabajo, los recursos naturales, el nivel tecnológico y la productividad total de los factores. También es posible el desplazamiento de la curva de oferta agregada a corto plazo por cambios en el nivel esperado de precios. Un aumento del nivel esperado de precios hace que la cantidad ofrecida de bienes y servicios disminuya y desplaza la curva de oferta agregada a corto plazo a la izquierda. Los salarios suben, los costes aumentan y las empresas deciden ofrecer una cantidad menos de bienes y servicios sea cual sea el nivel efectivo de precios. Por el contrario, un descenso del nivel esperado de precios aumenta la cantidad ofrecida de bienes y servicios y desplaza la curva de oferta agregada a corto plazo hacia la derecha. En este caso, los salarios son bajos, los costes disminuyen y las empresas aumentan la producción a cualquier precio dado.

En el caso de España, uno de los componentes más relevantes de nuestra oferta agregada es el trabajo, ya que España destaca en la formación de sus trabajadores, aunque luego la regulación laboral y la situación de crisis financiera que vivimos actualmente no sean las circunstancias más adecuadas para la explotación de manera eficiente de este factor productivo, provocando que muchos de estas personas tengan que emigrar a países donde sus capacidades y su cualificación sean mejor valoradas y, por ende, mejor remuneradas. En mi opinión, el Gobierno debería mejorar las condiciones y la regulación laboral española para que no se desperdicien trabajadores con un nivel tan alto de formación. Además, estos trabajadores podrían lograr un incremento en el I +D estimulando a su vez el cambio tecnológico.


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