La oferta agregada es la cantidad total de bienes y
servicios que se ofrecen a la venta a los diferentes precios posibles. No
existe un consenso entre los economista en relación a la forma de la función de
oferta agregada. Para los economistas clásicos, la curva de oferta agregada es
vertical y se corresponde con una perspectiva de largo plazo, por lo que el
producto ofrecido es independiente del nivel de precios. Estos economistas
confían en que el mercado corregirá él mismo las fuerzas del mercado. Por otro
lado, para los Keynesianos la curva de oferta agregada es de inclinación
positiva y, al contrario que para los clásicos, se corresponde con una
perspectiva de corto plazo. A corto plazo y debido a la ley de rendimientos
marginales, que establece que a medida que se van sumando más cantidades
iguales de un factor, suponiendo los demás factores constantes, se acaba
alcanzando un punto en el que son cada vez menores los aumentos de la
producción, el aumento en la producción de la economía va asociado a un incremento
de los costes y por tanto de los precios.
Podemos ver que la diferencia más notable entre ambos
enfoques es que los clásicos argumentan que los precios y salarios son
flexibles de manera que la economía tiende a alcanzar su situación de equilibrio
a largo plazo, mientras que los Keynesianos opinan que los precios y salarios
se ajustan con lentitud, de forma que las fuerzas equilibradoras requieren
mucho tiempo para colocar a la economía en una situación de equilibrio.
También podemos considerar la oferta agregada como la
cantidad ofrecida de ciertos productos en forma generalizada. La curva de la
oferta agregada muestra la cantidad de producción que ofrecen las empresas a
los diferentes niveles de precios, lo cual resume la relación entre los mercados
de bienes y factores. La pendiente es positiva ya que a medida que el nivel de
producción sube, también suben los salarios. Se refiere al volumen de
producción que fabricarán y venderán las empresas dados los precios vigentes,
los costes y la capacidad productiva de estas empresas. La oferta está también
relacionada con el nivel de producción potencial.
La oferta agregada está constituida por varios componentes. La
tierra es un factor productivo, y un término usado ampliamente por los
economistas que incluye no sólo la tierra cultivable, sino también otros
recursos naturales (como recursos geológicos) que vienen con la tierra. El trabajo
representa el tiempo y las capacidades intelectuales y físicas que las personas
dedican a las actividades productivas. Los recursos de capital son los bienes
que no se destinan al consumo, sino que se emplea para la producción de otros
bienes. Dentro de esta categoría de bienes se incluyen las máquinas, las
herramientas, las computadoras, los edificios, los camiones, etc. También
encontramos los recursos naturales, refiriéndonos a todo lo que aporta la
naturaleza al proceso productivo. Esto es la tierra, los minerales, el agua, el
aire, etc. Otro de sus componentes es el cambio tecnológico, el beneficio
obtenido por introducción de una tecnología nueva, para el mejoramiento de la
productividad de los factores. Por último, la productividad total de los
factores: la literatura sugiere indirectamente que las medidas de libre mercado
tienden generalmente a acelerar el crecimiento de la productividad, ya que por
ejemplo los países cuyo estado es más pequeño y mantienen abiertos los
mercados, no ponen barreras a las importaciones y fomentan el comercio exterior
crecen más deprisa.
La razón de que la curva de oferta agregada tenga pendiente
positiva a corto plazo es que un aumento del nivel general de precios de la
economía tiende a elevar la cantidad ofrecida de bienes y servicios, de la
misma manera que un descenso del nivel de precios tiende a reducir la cantidad
de bienes y servicios ofrecidos en la economía. Además, encontramos explicación
a esto en tres teorías. La primera de ellas es la teoría de la rigidez de los
salarios que establece que los salarios nominales se ajustan lentamente, es
decir, son rígidos a corto plazo, por lo que los salarios no se ajustan
inmediatamente ante una caída de precios. La disminución de los precios hace
que el empleo y la producción sean menos rentables y, por tanto, las empresas
comienzan a reducir la cantidad de bienes y servicios ofertados. La teoría de
la rigidez de precios observa que los precios de algunos bienes y servicios se
ajustan lentamente por lo que un descenso imprevisto del nivel de precios hace
que algunas empresas tengan unos precios más altos de lo deseado, lo que reduce
las ventas y esto hace que las empresas reduzcan a su vez la cantidad de
servicios y bienes que producen. Por último, la teoría de las percepciones
erróneas establece que la variación del nivel general de precios puede
confundir temporalmente a los oferentes sobre lo que está ocurriendo en los
mercados en los que venden su producción y estas percepciones erróneas sobre
los precios relativos inducen a los oferentes a responder al descenso del nivel
de precios reduciendo la cantidad ofrecida de bienes y servicios.
La curva de oferta agregada a corto plazo podría desplazarse
por las mismas causas que fomentan el desplazamiento en la curva de oferta
agregada a largo plazo, es decir, las variaciones de la tierra, el capital, el
trabajo, los recursos naturales, el nivel tecnológico y la productividad total
de los factores. También es posible el desplazamiento de la curva de oferta
agregada a corto plazo por cambios en el nivel esperado de precios. Un aumento
del nivel esperado de precios hace que la cantidad ofrecida de bienes y
servicios disminuya y desplaza la curva de oferta agregada a corto plazo a la
izquierda. Los salarios suben, los costes aumentan y las empresas deciden
ofrecer una cantidad menos de bienes y servicios sea cual sea el nivel efectivo
de precios. Por el contrario, un descenso del nivel esperado de precios aumenta
la cantidad ofrecida de bienes y servicios y desplaza la curva de oferta
agregada a corto plazo hacia la derecha. En este caso, los salarios son bajos,
los costes disminuyen y las empresas aumentan la producción a cualquier precio
dado.
En el caso de España, uno de los componentes más relevantes
de nuestra oferta agregada es el trabajo, ya que España destaca en la formación
de sus trabajadores, aunque luego la regulación laboral y la situación de
crisis financiera que vivimos actualmente no sean las circunstancias más
adecuadas para la explotación de manera eficiente de este factor productivo,
provocando que muchos de estas personas tengan que emigrar a países donde sus
capacidades y su cualificación sean mejor valoradas y, por ende, mejor
remuneradas. En mi opinión, el Gobierno debería mejorar las condiciones y la
regulación laboral española para que no se desperdicien trabajadores con un
nivel tan alto de formación. Además, estos trabajadores podrían lograr un
incremento en el I +D estimulando a su vez el cambio tecnológico.
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