lunes, 9 de febrero de 2015

Los economistas clásicos y modernos

La economía clásica es una escuela de pensamiento económico en la que se incluyen muchos autores famosos tales como Adam Smith, David Ricardo, Karl Marx o Thomas Malthus. Se considera que la economía clásica comenzó con el famoso Adam Smith y la publicación en 1776 de su libro  Investigación sobre la naturaleza y la riqueza de las naciones. Los economistas clásicos intentaron explicar el crecimiento y el desarrollo económico. Elaboraron sus teorías acerca del “estado progresivo” de las naciones en una época en la que el capitalismo se encontraba en pleno auge tras salir de una sociedad feudal y en la que la revolución industrial provocaba enormes cambios sociales. Los economistas clásicos reorientaron la economía, alejándose del análisis previo que se centraba en los intereses personales del gobernante y/o las clases gobernantes.


La metodología de los clásicos estaba fuertemente influida por los desarrollos científicos tempranos. Los clásicos buscaban fundar sus posiciones en el estudio empírico o de la realidad a fin de formular, generalmente, modelos conceptuales que les permitieran enunciar leyes naturales. Utilizaban además el razonamiento inductivo. El foco de atención de los economistas clásicos eran los grupos o clases de individuos, no los individuos en sí; es decir, estudiaban lo que determinaban los salarios recibidos por los trabajadores en general más que lo que cada trabajador individual recibía o cual era el motivo de que la tasa de ganancia subiese o bajase más que los factores que ocasionaban la ganancia de una empresa en particular. Además, tenían un gran interés en la generación e incremento de la riqueza general. Utilizaban el término plusvalía para referirse a la ganancia y la generación de esta plusvalía es percibida como dependiente, no solo de los factores de producción sino de una multitud de elementos y fenómenos tales como la formas de organización e intercambio de los mismos, tanto a nivel empresarial como social.

Entre los economistas clásicos hubo corrientes de pensamiento económico bastante diferentes por lo que no todos los clásicos compartían unas leyes y doctrinas, pero la economía clásica como escuela si puede ser caracterizada por una serie de leyes y doctrinas. La primera de ellas es la doctrina del egoísmo psicológico, que asume que la motivación natural de los individuos es la búsqueda del interés propio. De aquí se desarrolla también las doctrinas de la competencia y la cooperación y la de racionalidad, que afirman que los individuos persiguen racionalmente sus intereses a veces compitiendo y otras veces cooperando. Estos intereses competitivos individuales convergen dirigidos por una “mano invisible”, que resulta ser el mercado, en el interés común. También encontramos la doctrina del trabajo como fuente de toda riqueza y valor y la de la mínima distorsión de actividades económicas, que establece que si las leyes económicas son leyes naturales cuya aplicación conduce a la eficiencia económica, no es necesario distorsionar su funcionamiento. Esto nos lleva a la interpretación de que el Estado no debe intervenir en la economía, sino que su función es la de garantizar los derechos de los ciudadanos, la defensa nacional y servicios públicos varios. Entre las leyes económicas destacan la ley de los mercados, que afirma que la riqueza depende de la producción, la teoría de que el valor de un bien o servicio está dado por la cantidad de trabajo empleado en su producción y la ley de los rendimientos decrecientes, que se refiere a la disminución de los rendimientos económicos a medida que se añadan cantidades adicionales de un recurso.

La economía actual, considerada en su mayoría neoliberalismo, es una evolución de la anterior economía clásica a la que se han añadido ciertas modificaciones. La economía actual está caracterizada por el proceso de la globalización y el ensanchamiento del abismo económico que hace que los países ricos sean más ricos y los pobres más pobres. La intervención del Estado es bastante reducida y el mercado de trabajo presenta una enorme variación que provoca una mayor desprotección hacia el trabajador. Existe también una innovación tecnológica constante para reducir costes y una gran privatización. La economía actual es considerada una ciencia social y no una ciencia natural como antiguamente, y busca solventar y establecer un sistema mediante el estudio de los fenómenos económicos. El neoliberalismo considera que los agentes privados tienden a ser más productivos y eficientes que los públicos y que el Estado debe permitir que el sector privado sea el encargado de la generación de la riqueza.

John Maynard Keynes es considerado el padre de la macroeconomía y sus ideas tuvieron una enorme repercusión en las teorías y políticas económicas. La principal novedad de su pensamiento radica en considerar que el sistema capitalista no tiende al pleno empleo ni al equilibrio de los factores productivos, sino hacia un equilibrio que solo de forma accidental coincidirá con el pleno empleo. Keynes y sus seguidores de la posguerra destacaron no solo el carácter ascendente de la oferta agregada, en contraposición con la visión clásica, sino además la inestabilidad de la demanda agregada, proveniente de los shocks ocurridos en mercados privados, como consecuencia de los altibajos en la confianza de los inversores. La principal conclusión de su análisis es una apuesta por la intervención pública directa en materia de gasto público que permite cubrir la brecha o déficit de la demanda agregada. Keynes elaboró la teoría genera del empleo, el interés y el dinero en la que se expone una teoría basada en la noción de demanda agregada para explicar la variación general de actividad económica. Así, el ingreso total de la sociedad está definido por la suma del consumo y la inversión. La cantidad total de ahorro en la sociedad es determinada por el ingreso total y, por tanto, la economía podría alcanzar un incremento del ahorro total, aun si las tasas de interés se bajaran para estimular los gastos en inversión. El libro abogaba por políticas económicas activas por parte del gobierno para estimular la demanda en tiempos de elevado desempleo, por ejemplo a través de gastos en obras públicas. Las teorías de Keynes fueron tan influyentes que todavía hoy en día se siguen desarrollando sus teorías y sus aplicaciones en un subcampo de la macroeconomía llamado economía Keynesiana.

Se identifica a Milton Friedman como el principal exponente del neoliberalismo, quien realizó importantes contribuciones en los campos de macroeconomía, microeconomía, historia económica y estadística. Una de las contribuciones más importantes de Friedman a la economía es su estudio de la función de consumo. A diferencia de Keynes, que decía que el consumo de un periodo dependía exclusivamente del ingreso del mismo periodo, Friedman postuló que este dependía del ingreso permanente, es decir, del ingreso a largo plazo. Este nuevo enfoque tenía un énfasis en las expectativas y proyecciones de los consumidores. Junto a Edmund Phelps, corrigió la curva de Philips. Introdujo el rol de las expectativas en este modelo, lo cual permitía la posibilidad de elevada inflación y desempleo alto a largo plazo. Esta predicción fue comprobada empíricamente en los años setenta por la estanflación en los países desarrollados.

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