miércoles, 14 de enero de 2015

Fracking Ez

Hace tiempo que empecé a ver en las ventanas de algunas casas desde el coche, mientras caminaba o incluso cuando viajaba en metro, carteles que ponían Fracking Ez (no a la fractura hidráulica). Al principio lo único que sabía era que el fracking es una técnica de extracción de gas dañina para el medio ambiente y hace un tiempo, varios amigos de mi txoko comentaron por el grupo de whatsapp que iba a haber en Algorta una recogida de firmas en contra del Fracking y nos preguntaron si podíamos ir a firmar, por lo que antes de decidir qué hacer opté por investigar bien sobre el tema.



Para empezar, me enteré de que el Fracking es una técnica de extracción de gas cautivo que consiste en perforar el subsuelo para así propiciar la aparición de caminos que liberen el gas y el petróleo cautivo en las piedras. Esta tecnología se usaba ya desde 1940, pero el señor George Mitchell consiguió perfeccionar esta técnica y popularizarla a lo largo de todo su país. En EE.UU. vemos que en lo que llevamos de siglo esta técnica ha experimentado un crecimiento espectacular y esto se debe a que ha conseguido abaratar el coste de la energía, algo que pocos hubieran pronosticado. Estas explotaciones activas en Norteamérica han supuesto nuevos puestos de trabajos, tanto directos e indirectos. Ahora mismo en EE.UU. la energía procedente del shale gas (gas cautivo) ya constituye más del 25% del mercado del gas natural; mientras que si lo comparamos con el año 2000, está solo se encontraba en 1%.

En Europa, las empresas que quieren realizar esta clase de proyectos se han encontrado grandes barreras de entrada, tanto administrativas como sociales, especialmente por el peligro medioambiental percibido. Esto último se debe a la posible contaminación del subsuelo, el riesgo de inducción de seísmos o la ingente utilización de agua que puede requerir el proceso de inyección. Estas pegas que se han encontrado a esta clase de proyectos es lo que está provocando que se esté ralentizando el desarrollo de ellos en muchas zonas.

España necesita importar el 77,4% de la energía que consume, esto constituye un porcentaje bastante alto si lo comparamos con la media de los países de la UE, que es del 50,1%. Visto estos datos facilitados por la Comisión Europea, podemos decir que, hablando desde un punto de vista económico, el Fracking a España le podría suponer grandes beneficios en cuanto a reducir la cantidad de energía que tendría que importar. Pero para que esta oportunidad se pueda aprovechar de la manera correcta deberán crearse ciertas regulaciones, ya que por muy beneficioso que sea desde el punto económico también es muy peligroso para el medioambiente, teniendo en cuenta que es un recurso que se puede agotar rápidamente en función de cual sea la cantidad que dispongan nuestras tierras. 

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